miércoles, 4 de septiembre de 2019

Serbia, adolescencia perdida, realidad alterna

No se puede afirmar con exactitud que Serbia es la banda de rock más joven del país, pero son quienes mejor futuro proyectan dentro de la resurrección del rock al norte de México, lugar caracterizado por brindarle a la escena un centenar de proyectos musicales en la época noventera.
La falta de apoyo y el auge que la Ciudad de México mostró en cuanto a bandas de interminables géneros acabaron con la “avanzada regia” -nombrada así por un locutor chilango-. Hasta principios de 2013 volvieron con nuevo material agrupaciones como Panda, Jumbo, Pato Machete, Fermín IV, Inspector, entre otras, pero nada joven, fresco y vanguardista, ¿por qué?
La respuesta parece tenerla en sus manos un cuarteto integrado por Eduardo Vásquez (bajo), Daniel Vásquez (batería), Ernesto Ortiz (Guitarra y voz) y Andrés del Cid (guitarra líder) que desde 2009 trabajaron en su elepé debut titulado Fantasmas
Los integrantes no rebasan los 18 años, probablemente alguno no ha cumplido la mayoría de edad. Siento que la pregunta les avergonzaría, nada más lo imagino. Su mirada refleja el miedo a las entrevistas, a salir de su estado, a enfrentarse al mundo real. Todos tartamudean al hablar y piensan mucho las cosas antes de pronunciar alguna estupidez que los evidencie. El acné delata su reciente evolución a la juventud y la voz ronca que intenta proyectar temprana madurez me hacen pensar que yo sólo tengo cuatro años más que ellos; seguro me veo igual o peor, pues por lo menos tienen caras bonitas.
En palabras de la agrupación, el primer acercamiento se dio en la School Of Rock de Nuevo León, un colegio que pretende entrenar a la juventud en música. Una de las actividades que ofrece el lugar es el acercamiento con músicos profesionales y con una carrera llena de éxitos como Flip Tamez (Jumbo), quien les echó un ojo por vez primera y los jaló a su estudio.

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